I had this perfect dream.

Me desperté, al fin, me desperté de aquella pesadilla que, vistas las circunstancias del día a día, se había creado en mi mente y me había atormentado. Me desperté de un divorcio, de una obesidad, de la muerte de mi perro, del crecimiento de mis hijos, de la muerte de mi padre, de la boda de mi hijo, de un infarto y más tarde, cómo no, de mi muerte. Y todo, producto de un estúpido mando universal a distancia. Lo había toqueteado tanto, que no solo había retrocedido en el tiempo, sino que también había avanzado, y visto lo visto, todo iba a ir fatal si no cambiaba mi actitud.
Desperté alucinado, atónito, ¿cómo iba a ocurrir eso en mi vida? ¿cómo le iba yo a decir a mi padre que me dejase en paz, que me dejase trabajar tranquilo? ¿cómo le iba a rechazar una propuesta e iba a dejar que se fuese solo, llorando? No. Debía cambiar. Salté de aquella cama en la que me había dormido y abracé con cierta locura al dependiente del apartado de camas de Bed, Bath and Beyond y me fui corriendo a mi casa, pero no sin antes llamar a mi coche "montón de mierda" y subirme a él con una sonrisa de oreja a oreja.
Al llegar a casa, agarré una cazuela y una cuchara de madera y comencé a armar jaleo para que los niños y Donna bajaran al comienzo de las escaleras, y así fue. Samantha y Ben comenzaron a gritar que en el salón había ruido, y Donna bajó enfurecida preguntando qué era lo que pasaba. Yo me encontraba sentado frente a la mesa organizando unos planos y apuntes, y fue entonces cuando le dije a Donna que necesitaba concentración para organizar la acampada con los niños el cuatro de Julio. Ella se quedó alucinada, me preguntó que si había tomado o fumado algo, y yo me limité a pedirle de sus labios un dulce beso, aquel que significaba lo que en aquella servilleta le había escrito hacía ya unos años mientras sonaba Linger, de The Cranberries. "Por siempre y siempre, amor."

-¿Qué mosca te ha picado?- preguntó, sonriente.
+Acabo de tener... el sueño de mi vida.

                                                             Relato basado en la película Click, de Adam Sandler.